Lun - Sab 8.00 - 18.00 Domingo Cerrado
¿Has estado alguna vez caminando por una calle con tráfico ruidoso y carteles que describen restaurantes y tiendas, confundido o incluso perdido? Hay tantos objetos brillantes a tu alrededor que realmente puede ser difícil concentrarse. Podrían haber coches pasando a toda prisa, personas hablando y todos esos otros ruidos. Esto hace que parezca que estás en una neblina y no completamente consciente de todo lo que sucede. Afortunadamente, hay una solución extremadamente simple para mantenerte alerta y despierto: ¡mover la cabeza de un lado a otro!
Tu cabeza comienza a rotar hacia la derecha/izquierda, tus ojos no pueden perderse nada a tu alrededor. Este simple acto te permite ver posibles peligros o problemas que podrían ser fácilmente pasados por alto cuando miras directamente al frente. Estás seguro donde quiera que vayas siempre y cuando tus ojos estén abiertos y tu mente se centre en el entorno que te rodea. Es como una visión de rayos X a través del caos que te ayuda a identificar riesgos.
Encuentra un lugar tranquilo donde puedas practicar esta habilidad crucial. Puede ser la sala de estar, el patio trasero o un parque tranquilo. Debes ponerte en el centro de este espacio y girar lentamente la cabeza de un lado a otro. Mientras lo haces, realmente echa un vistazo a todo lo que te rodea. Y observa lo que visualmente está disponible a tu alrededor, buscando posibles amenazas como instrumentos afilados, cualquier superficie o lugar que pueda ser irregular y cualquier situación que parezca fuera de lugar.
Después de que estés seguro de practicar en un entorno más tranquilo, llévalo ahora a un lugar más concurrido [...] un parque con muchas personas o una calle de la ciudad activa donde al mover tu cabeza mientras caminas, ralentiza y enfócate en lo que está sucediendo a tu alrededor. Observa a las personas, observa los autos, cualquier cosa que capte tu atención. ¡Podrías descubrir algunas cosas que nunca notaste! Antes de darte cuenta, moverás tu cabeza de tal manera que no será nada difícil y tendrás la capacidad de ver cosas donde podrían estar posibles amenazas con facilidad.
Por ejemplo, si estás caminando por una calle con mucho tráfico, el movimiento de la cabeza te permitirá buscar vehículos, peatones u otras posibles amenazas que se acerquen a tu camino. Puedes saber si un vehículo está demasiado cerca o si alguien podría chocar contigo. Del mismo modo, si estás caminando en lugares al aire libre, moverás tu cabeza para buscar animales como pájaros o conejos, o obstáculos que puedan hacerte caer.
Otra gran ventaja de mover tu cabeza es que desarrollas tu visión periférica. Al escanear de un lado a otro, puedes ver cosas que no están en tu línea de visión directa. La visión periférica hace que el mundo sea mucho más fácil, ya que te ayuda a ver cosas que normalmente pasarían desapercibidas, ya que tenemos que enfocarnos en lo que está adelante.
Por ejemplo, mientras caminas por una acera, alguien se te acerca desde un lado. Avanzar con los ojos fijos únicamente hacia adelante puede resultar en chocar contra algo. Con objetos estacionarios en tu visión periférica, mueves tu cabeza para asegurarte de que todo a tu alrededor permanezca visible y accesible, permitiendo una respuesta rápida.